ANTEPROYECTO PARA REHABILITACIÓN Y CAMBIO DE USO DEL SILO DE CANAL DE BERDÚN COMO CENTRO DE TECNOLOGÍA RURAL – CE.TE.R
La conversión de un silo en un centro de tecnología en pleno ámbito rural es un imporante reto no solo arquitectónico sino también socio económico importante, pues el edificio tiene que ser no solo un contenedor sino un símbolo de intercomunicación activa. Los promotores centran su objetivo en la revitalización del entorno como “dinámica interrelacional comunitaria” involucrando la población local y sus recursos humanos y empresariales COMUNIDAD LOCAL con la COMUNIDAD RESIDENTE ( Son un grupo de 5 emprendedores, que viven y nutren el centro, con unos perfiles definidos) y la COMUNIDAD ITINERANTE (Es una comunidad abierta, que está compuesta por emprendedores, empresas y trabajadores (cuenta ajena y propia) tecnológicos que visitan el centro de forma temporal, en periodos de entre 3 y 30 días consecutivos ) creando sinergias en el lugar de la intervención arquitectónica.
La unión de los dos bloque originales (nave y torre) simboliza este encuentro: son tratadas de dos formas diferentes con usos y acabados distintos: evidenciando la nave con una nueva piel y tensionando el elemento vertical con una fachada inclinada se genera la entrada al edificio justo en el encuentro entre los dos cuerpos.
En La nave se focalizan los varios usos diurnos de las actividades propuestas: zona de coworking, salas de reuniones, sala de ocio y gimnasio, comedor público, escenario para pequeños eventos. Así como servicios varios compresivos de los vubicados en la entreplanta. A nivel legislativo este espacio se considera de Uso Pública Concurrencia.
Se pretende que el espacio fluya y se comunique entre sí solamente tensionado por el volumen de las comunicaciones verticales. Los pocos elementos divisorios son translucidos, como las mamparas de vidrio o móviles, como las grandes puertas correderas, manteniendo así el espacio diáfano y pudiendo leer la dimensión global de la pieza en todas las directrices. Las cerchas de hormigón y hierros originales siguen generando el ritmo arquitectónico.
Gracias a la ampliación de las aberturas de las fachadas en la zona sur se abren comunicaciones entre exterior e interior, las zonas ajardinadas y la terraza así como el escenario exterior y el porche de entrada que da acceso también al taller. Se controlan ya los niveles de las zonas exteriores para una mayor facilidad de accesibilidad mediante rampas.
En la torre se aglutinan las suites (dos por cada planta): amplias habitaciones con baños propios y office básico en su interior, fácilmente adaptables y accesibles. En las cinco plantas las terrazas se van menguando siguiendo la inclinación de la fachada principal. En la última planta se plantea una pequeña sala poli-funcional, una terraza grande cubierta con vista al valle y la sala de instalaciones.
