MEJORA DE ACCESIBILIDAD AL “SACRARIO MILITARE ITALIANO” Y ACONDICIONAMIENTO PARA EL ESPACIO DE LA MEMORIA Y DE LA RECONCILIACIÓN HISTÓRICA.
Queremos empezar agradeciendo al
Excmo. MINISTERO DELLA DIFESA – COMMISSARIATO GENERALE PER LE ONORANZE AI CADUTI IN GUERRA – DIREZIONE LAVORI E DEMANIO.
Excmo. CONSOLATO GENERALE D’ITALIA DI BARCELLONA.
Excmo. VICECONSOLATO ONORARIO D’ITALIA DI SARAGOZZA.
este encargo que nos da la posibilidad de poder intervenir tan singular edificio de la ciudad de Zaragoza así como de planificar el proyecto del ESPACIO DE LA MEMORIA Y DE LA RECONCILIACIÓN HISTÓRICA.
Nos enfrentamos ante un reto no solo arquitectónico sino también socio-ideológico de carácter histórico, que abordamos con plena consciencia y respeto.
El SACRARIO MILITARE ITALIANO es un monumento singular construido para albergar los restos y honrar los difuntos italianos muertos durante la guerra civil española. A pesar que es una clara muestra de eclecticismo imperial en sus entrañas alberga caídos de los diferentes bandos; en este sentido resulta del todo elocuente y clarificadora la frase original que se encuentra esculpida en los sillares del arco de la entrada “L’ITALIA A TUTTI I SUOI CADUTI IN SPAGNA”.”
El reconocido historiador zaragozano Dimas Vaquero Peláez, en el borrador del Proyecto Exposición para Sacrario Militare Italiano en Zaragoza escribe : “Según la Memoria que se adjuntaba al proyecto presentado para la construcción del Mausoleo italiano de Zaragoza, “el concepto fundamental del mismo era reunir en un sólo recinto la casi totalidad de los muertos legionarios italianos que valerosamente lucharon en tierras de España durante los años 1.936-1.939”, idea que se amplió por la nueva constituida Repubblica Italiana, a TODOS los caídos italianos en España durante la guerra civil, fascistas y brigadistas. Todo aquel soldado italiano que entrega su vida por defender a su patria merecía el mejor de los honores y las máximas atenciones para con sus restos. Sus héroes deben permanecer honrados a perpetuidad y su recuerdo siempre tenido presente. Para ello la mejor manera es la de reunir, juntar y conmemorar sus muertes en los lugares de memoria que para ello el estado italiano acondiciona. Los monumentos a sus víctimas, a sus héroes, no importa la idea por la que han muerto, deberán ser de la importancia y dignidad que sus moradores se merecen. Hoy en día, y desde hace varios años, el concepto que el pueblo italiano tiene del Sacrario Militare de Zaragoza es el de un “lugar de memoria y recuerdo para TODOS los soldados italianos que de alguna manera y por motivos diversos vinieron a luchar en la guerra civil española, encontrando en el suelo español su muerte y su gloria. No importan ya las ideologías, no interesan los recuerdos guerreros, no tiene que tener cabida ninguna que prevalezca sobre la otra. “Todos” deben estar representados si con su presencia sólo quieren honrar a los que por sus ideas, sean cuales fueran, dieron la vida por España y por Italia. Hoy quiere ser un lugar de encuentro y reconciliación, de recuerdo y homenaje, de análisis y reflexión para todo aquel que desee conocer su historia y una parte de la Memoria de la Guerra Civil española.”
En este extracto, recurren y se definen las palabras dos palabras clave para comprender el espíritu del edificio y por tanto del proyecto: Reconciliación y Memoria.
INFORMACIÓN PREVIA
El Mausoleo a los Caídos Italianos (SACRARIO MILITARE ITALIANO) fue declarado en el 24 de marzo de 2009 Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés junto a la Iglesia de San Antonio de Padua. Como reza también la ficha urbanística del Ayuntamiento de Zaragoza este conjunto goza del grado de protección máximo: INTERES MONUMENTAL Y BCPCA. El conjunto, patrocinado por el Gobierno Italiano, fue proyectado por el arquitecto navarro Victor Eusa Razquin como monumento fúnebre para conmemorar los caídos italianos durante la Guerra Civil Española, comprende el mismo Mausoleo, la iglesia y el convento. El programa de este simbólico conjunto se divide en dos cuerpos diferenciados estilísticamente y dispuesto perpendicularmente entre sí. En plena 2ª Guerra Mundial y con la rendición de Italia en Julio del a 1943, los trabajos de construcción se vieron fuertemente afectados y se decidió vender el convento a los monges capuchinos y poder así terminar la iglesia y la torre, reduciéndola a los 42 metros actuales (en proyecto se contemplaban 80 metros de altura incluyendo el conjunto de cruces como culminación de la torre).
EL PROYECTO
La idea que vertebra el proyecto nace en la concepción del mausoleo como una torre “linterna”: claro eje cenital, reflejado y reforzado por el eje horizontal que une la capilla de la torre-osario a los jardines fortalecido por las directrices de los arcos. En un principio en el proyecto planteaba un espejo de agua central que lógicamente evidenciaba por reflejo la mole de la torre. Perpendicularmente a este se delinea el otro eje que pasando bajo los arcos culmina en la iglesia.
La torre-osario y el pórtico están revestidos con sillares de grandes bloques de granito, en el interior la capilla funeraria ocupa la base de la torre sobre ella abre un corredor desde el cual inicia la rampa escalonada helicoidal con hueco central que da acceso a los enterramientos en las plantas alzadas.
Hay tres necesidades claras:
- la restauración de las partes dañadas.
- la voluntad de dejar el conjunto más accesible y con menor riesgo para la seguridad de los usuarios sobretodo en los recorridos interiores (riesgo de caídas) así como en prevención de incendios.
- la tercera y última, poder describir y explicar la esencia del torreón-osario, su contenido, su continente y su vocación a símbolo de la reconciliación y lugar de la memoria histórica.
INTERVENCIÓN
Teniendo presente el grado de protección del conjunto y métodos y filosofía italiana al respecto, se planteará un proyecto de actuaciones limitado y sutil, manteniendo intacto e inalterado todo lo que sea posible, actuando minuciosamente y con detalle allí donde por necesidades fuese inevitable intervenir.
Se declararán claramente las nuevas intervenciones puntuales sin destacar y desvirtuar la lectura del entorno. Un ejemplo muy claro del tipo de intervención es la mejora de accesibilidad de la escalera central. Nos encontramos con un murete original a una altura muy inferior a lo que pide la normativa actual, una clara necesidad: la sensación de vértigo durante la bajada en el giro entre tramo y tramo debida a la escasa altura del antepecho.
La propuesta pasa por actuar en la cara interior del murete, con elementos metálicos ligeros de secciones rectangulares que nos sirvan para sujetar los vidrios como complemento a los murete para alcanzar una cota razonable y al mismo tiempo ser la vía por la cual discurra el cableado y albergar los aparatos de iluminación del conjunto y de protección contra incendios.